Todo sobre la palmera Kentia
Aquí te damos todos los detalles sobre una palmera muy admirada y vistosa: la Kentia
Kentia es la palmera que más se utiliza para interiores, junto a la Areca y la Chamaedorea. Una de sus principales virtudes es que no exige mucha luz y es perfecta para ubicar en los rincones de cualquier hogar.
Se trata de una palmera muy resistente que se caracteriza, además, por su porte y elegancia. Con unos pocos cuidados, podrás disfrutar de ella durante muchos años. En climas cálidos, sin heladas o con heladas muy débiles, se pueden ubicar en el exterior (como por ejemplo en jardines que estén a la sombra o en patios y terrazas).
La Kentia puede resistir temperaturas de hasta -5ºC siempre y cuando esté expuesta a esa temperatura por poco tiempo (apenas unas horas). Se trata de una palmera que crece muy lentamente y, por eso, su precio es elevado.
Además, es también resistente a la escasa iluminación natural que existe en las viviendas (cuanta más luz natural tenga, mucho mejor, ya que así crecerá más y más fuerte). No la coloques nunca cerca de fuentes de calor, como radiadores, ni tampoco en zonas donde haya corrientes de aire frío.
Cuidados de la Kentia
- Pulveriza con agua las hojas; especialmente en verano y también si está en un cuarto que tiene calefacción en invierno (la sequedad del aire la estropea)
- En verano riega la planta dos veces por semana y 1 o 2 veces al mes en invierno.
- Comprueba que la maceta drena bien el agua y que no se queda acumulada en el fondo.
- Echa un poco de fertilizante líquido disuelto en la regadera, cada 10 días, desde marzo hasta octubre.
- Si la trasplantas, ten mucho cuidado con el cepellón, ya que si se deteriora la planta se puede morir. Se trata de una de las palmeras más delicadas a la hora de trasplantar